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Una isla mágica en tierra firme: Isola delle Femmine
by Umberto Teghini
Una isla mágica en tierra firme
Isola delle Femmine (la Isla de las Mujeres) es mágica. Por las leyendas, por la naturaleza salvaje y por las playas doradas. Por las callejuelas que huelen a mar y a sol. A viento y sal.
Por los barcos blancos y azules amarrados en el puerto deportivo, que traen a la memoria historias antiguas y preciosas.
Hay un pero, aunque no tiene nada que ver con la belleza del lugar, sino con la confusión de los lugares. Isola delle Femmine no es el islote situado en el tramo de mar entre Punta Raisi y Capo Gallo, a unos trescientos metros de la costa. En realidad, ese islote, que se puede admirar desde la playa, está situado justo enfrente del pueblo costero de Isola delle Femmine, en la provincia de Palermo.
Isola delle Femmine está en tierra firme, bañada por un mar cristalino. Un pueblo habitado por algo más de siete mil almas, que duplica su población en verano, convirtiéndose en un lugar de encuentro y relax al mismo tiempo, donde es posible, caminando por el magnífico paseo marítimo, disfrutar de las brisas marinas del final de la tarde y de la noche.
Un territorio cargado de una atmósfera profunda y casi mística, que evoca otros tiempos en los que el ritmo de la vida lo marcaba el mar: a veces lento y modulado, como el murmullo de las olas que rompen suavemente en la orilla, y otras veces rápido y tempestuoso, como el rugido de un oleaje repentino que se estrella contra las rocas.
En cualquier caso, pasear por las callejuelas de Isola delle Femmine siempre infunde una profunda sensación de tranquilidad. Los aromas y sabores del mar envuelven y embriagan a los visitantes. Los isleños, como se llama a los habitantes de Isola delle Femmine, son acogedores porque ésta es la primera regla en un pueblo costero: los viajeros siempre son bienvenidos. Y hoy en día el pueblo ha crecido: bares, restaurantes y lugares característicos son populares entre los turistas. Las cifras de la hostelería también crecen gracias a la red de hoteles, B&B y alojamientos turísticos.
Las playas
Isola delle Femmine puede presumir de un magnífico litoral: es una larga extensión de playa de arena fina que bordea un mar siempre cristalino y con un fondo muy poco profundo, no en vano elegido por las familias con niños pequeños.
El rasgo característico es la variedad de entornos. La playa de Sconzajuoco es especialmente atractiva y popular. Está bien equipada y desde ella se puede disfrutar de una impresionante puesta de sol con sus colores únicos y los cien tonos de rosa que parecen teñir el mar y el cielo. Además, para los que tengan ganas de desplazarse, las playas más cercanas a Isola delle Femmine son las de Sferracavallo, al este, y la playa de Capaci, al oeste.
No solo relax
La bahía de Carini está salpicada de una sucesión de hermosas playas y calas, con diversas instalaciones: tanto equipadas como gratuitas. Básicamente, es imprescindible darse un chapuzón donde el agua es más azul. Pero para los que no van a la playa “solo para leer bajo la sombrilla”, existe la posibilidad de realizar diversas actividades: desde snorkel hasta surf, pasando por piragüismo, vela y kitesurf.
A los aficionados al surf les encanta esta costa, con tramos bastante ventosos: los diversos breaks (los lugares donde rompen las olas) de Isola delle Femmine son los puntos de surf más frecuentados en los alrededores de Palermo. La bahía está orientada al noroeste y, por lo general, basta una pequeña marejada para activar los distintos bancos y empezar a cabalgar las olas. El clima templado, cálido en verano y suave en invierno, hace de Isola delle Femmine un destino popular entre los surfistas durante todo el año.
Por último, algunas playas son aptas para practicar snorkel y submarinismo: con maravillosos fondos marinos de corales rojos, así como cuevas submarinas y reliquias de antiguas civilizaciones.
El islote
El islote situado frente al pueblo de Isola delle Femmine se puede visitar. Subir a la cima del promontorio significa disfrutar de una estupenda vista del Monte Pellegrino, del promontorio de Capo Gallo y del propio pueblo costero de Isola delle Femmine, así como de las localidades de Terrasini y Capaci y, si no hay bruma, también se puede admirar la isla de Ustica.
Reserva Natural Orientada
El pueblo de Isola delle Femmine se encuentra dentro de una reserva natural orientada, establecida en 1997 por la Región de Sicilia y gestionada desde 1998 por LIPU (Liga Italiana para la Protección de las Aves). El islote (575 metros de largo y 325 de ancho) es un punto estratégico durante las migraciones: especies como el cormorán, la garza real, el martín pescador y la garceta se detienen aquí para reponer fuerzas. Pero también numerosos pequeños paseriformes como el colirrojo tizón, la cogujada y la lavandera, así como rapaces como el ratonero común y el halcón peregrino.
Entre la historia y la leyenda
Plinio el Joven, con su gran creatividad, imaginó que doncellas de aspecto maravilloso habitaban el islote, una pequeña tierra de forma ovalada que los árabes llamaban Fim, que significa boca y que a los oídos de los sicilianos debió de sonar muy parecido a la palabra fimmini; de ahí el nombre de Isola delle Femmine.
Otra hipótesis, también según Plinio el Joven, tiene su origen en la presencia en el islote de una prisión solo para mujeres, tal como se describe en el año 62 d.C. en una carta enviada al emperador Trajano.
Otros datos atribuyen el origen al término latino “insula fimi”, o “isla de Eufemio”, general bizantino que fue gobernador de la provincia de Palermo.
Otro mito habla de trece muchachas turcas abandonadas en un barco: se dice que, tras varios días a la deriva, las olas las arrojaron al islote, donde permanecieron siete años. Existe otra leyenda según la cual el nombre tiene su origen en un supuesto conde de Capaci que, enamorado de una mujer que le rechazó, la abandonó en la isla. Ella, sola y desesperada, se suicidó.
La Isola delle Femmine, “ínsula” de misterio y secretos arcanos, despierta hoy como antaño la curiosidad y la atracción de eruditos y turistas, si es cierto que todos se mueren de ganas por visitarla y bañarse en esas aguas, reflejo de cuentos, historia y leyendas, hechizos y magia. Porque algunos lugares del corazón son verdaderamente… mágicos.
Foto: MARK PHOTO