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Diversas generaciones de españoles asocian el nombre mortadela con un producto de baja calidad que todavía tiene un cierto éxito en los supermercados de nuestro país. Aquí, te invitamos a descubrir la verdadera mortadela, la que se produce en la región de Bolonia y tiene la calificación IGP (Indicación Geográfica Protegida).
¡Olviden los prejuicios y entren en el mundo de la mortadela de Bolonia! Este peculiar embutido, cuyo nombre viene del latín mortarium, el mortero con que se machacaba la carne para prepararlo, posee una textura y un color excéntricos en comparación con la mayoría de los embutidos y también un sabor exquisito. Podemos distinguirlo por la forma cilíndrica u ovalada de la pieza, a veces de enormes dimensiones, tanto que pueden pesar desde los 80 ¡hasta los 300 kilos!
La Mortadella Bologna IGP, este es su nombre “oficial”, es un embutido cocido, elaborado exclusivamente con carne de cerdo, que libera un aroma intenso y ligeramente picante. Su preparación prevé, para la parte magra de color rosado, triturar las carnes de los músculos estriados, mientras para la grasa de color blanco se utiliza el lardo más consistente y valioso del cerdo: la grasa de garganta.
Los cubos de grasa (los lardelli) se mezclan con la carne triturada y proporcionan el dulzor característico y ¡ojo!, según aseguran desde el Consorcio Mortadella Bologna, son ácidos grasos monoinsaturados, los más saludables para nuestro organismo. Sal, pimienta en grano y especias completan los ingredientes base de este sabroso y perfumado embutido que se sirve cortado en lonchas lo más finas posible o bien en tacos.
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