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Roma es la ciudad de las dos mil fuentes, obras de arte a pie de calle que cuentan la historia de la ciudad. Hemos seleccionado cinco de ellas y empezamos con la fuente más famosa, la Fontana di Trevi, obra construida por Nicola Salvi y por orden del papa Urbano VIII en el siglo XVIII. Como todo el mundo sabe, arrojar una moneda a la fuente asegura el regreso a Roma, una costumbre que tiene mucho éxito entre los turistas, tanto que se calcula que cada día se lanzan al agua monedas por un valor aproximado de unos 3.000 euros.
En Piazza di Spagna encontramos la Barcaccia, conocida como el bel capriccio (hermoso capricho) del artista Pietro Bernini, que representa una barcaza a medio hundir y que fue construida entre 1627 y 1629. El hijo de Bernini, Gian Lorenzo, fue el creador de la fuente dei quattro fiumi (de los cuatro ríos), en Piazza Navona, con cuatro estatuas que representan los ríos Nilo, Gange, Danubio y Rio de la Plata. Otro ejemplo de fuente espectacular es el Fontanone del Gianicolo, conocido también como Fontana dell’Acqua Paola y realizado entre el 1610 y el 1612 por Giovanni Fontana y Flaminio Ponzio.
Acabamos con la Fuente de las Náyades (en italiano Fontana delle Naiadi), en la Plaza de la República, obra del escultor siciliano Mario Rutelli, terminada e inaugurada en 1901. Esta fuente presenta cuatro figuras femeninas desnudas de bronce que representan a las náyades: la Ninfa de los Lagos, reconocible por el cisne que sostiene, la Ninfa de los Ríos, acostada sobre un monstruo acuático, la Ninfa de las Aguas Subterráneas, acostada encima de un dragón, y la Ninfa de los Océanos, montando un caballo símbolo del mar.
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