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Golfo de Orosei, cinco cosas que no puedes perderte
Orosei se encuentra en la costa centro-este de Cerdeña. El pueblo no está directamente tocando el mar, pero sus playas son fácilmente accesibles en menos de 10 minutos en coche desde el centro. Orosei es el destino ideal tanto para quienes buscan unas vacaciones relajantes como para los amantes del senderismo. Aquí cinco consejos para gozar del pueblo y sus alrededores.
Pasear por el centro de Orosei
El centro histórico de Orosei impresiona por sus sugerentes callejuelas, tiendas de artesanía local, casas antiguas y edificios señoriales adornados con hermosos balcones de hierro forjado y elementos decorativos. Entre los lugares de interés se encuentran el Santuario de S. Antonio Abate, el Castillo-prisión, el museo Don Giovanni Guiso y el Santuario de la Madonna del Rimedio. Hay numerosos eventos y festivales durante todo el año: el más largo es la fiesta de la Virgen del Remedio, que comienza cada año el primer viernes de septiembre y continúa durante 18 días.
Pasar un día en el oasis de Biderosa
Se trata de un espacio protegido por la Autoridad Forestal donde la naturaleza es la protagonista absoluta: cinco espléndidas calas de arena blanca inmersas en un parque natural. El mar es cristalino y el fondo marino permanece a solo tres o cuatro metros de profundidad durante muchos metros desde la orilla, todo ello lo hace ideal para practicar snorkel. La entrada está sujeta a una tarifa para autofinanciar las actividades que se hacen para proteger este oasis y es limitada en número, por lo que en temporada alta es recomendable reservar con anticipación o llegar muy temprano por la mañana. Se puede acceder al oasis de Bidderosa en coche, a través de un camino de tierra que serpentea por el pinar y discurre junto al estanque de Sa Curcurica.
Admirar el golfo de Orosei a bordo de un barco.
Desde Marina di Orosei salen todos los días los barcos turísticos que te permiten realizar un mini crucero diario, visitando cómodamente las cuevas del Bue Marino y deteniéndote en algunas de las calas más bonitas: Cala Luna, Cala Sisine y Cala Mariolu. Las entradas se pueden encontrar en numerosos puntos de venta a lo largo de la costa. Desde el puerto de Cala Gonone, la oferta de excursiones en barco es más amplia y puedes incluso optar por visitar una cala y quedarte allí todo el día.
Visitar las cuevas del Bue Marino
Entre Cala Fuili (la última playa accesible en coche) y Cala Luna (la primera cala que solo accesible por mar o a pie) se encuentran las cuevas de Bue Marino. Se accede directamente desde el mar a través de dos majestuosos arcos que se abren a la roca. Dividida en dos ramales, es la cueva más larga abierta al público, la primera en Cerdeña y la quinta en Italia. La visita se realiza a través de un camino especial iluminado, la caminata de unos 30 minutos finaliza en la playa de las focas, donde se refugió la foca monje para dar a luz a sus crías, lo que explica el origen del nombre de las cuevas.
Darte un chapuzón en el agua de Cala Luna y Cala Mariolu
En el tramo más salvaje de la costa, protegidas por los altos acantilados, se encuentran numerosas calas hermosísimas (Cala Luna, Cala Sisine, Cala Biriola, Cala Mariolu, Cala Goloritzè). A Cala Luna se puede acceder fácilmente por mar o a pie por un sendero panorámico que parte de Cala Fuili (desnivel ascendente de 300 metros). La playa de arena blanca es muy larga y se encuentra al fondo de un barranco de montaña. El fondo marino es poco profundo y el agua, como siempre en Cerdeña, es clara y transparente. A Cala Mariolu se puede llegar fácilmente por mar o por un sendero de trekking que, a diferencia del que conduce a Cala Luna, solo está recomendado para senderistas muy experimentados. El lugar es ideal para practicar snorkel y submarinismo. En definitiva, un rincón donde la naturaleza sigue siendo la protagonista.
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