Este hotel se encuentra a poco más de 20 km de Florencia y se ubica en un edificio histórico que mantiene su estructura centenaria. Des­de su fundación ha albergado una granja medieval fortificada, ha sido el hogar de monjes benedictinos, pasando por una remodelación en el siglo XIX hasta convertirse en alojamiento turístico. La arquitectura y el mobiliario mantienen el recuerdo de épocas y estilos.

El hotel dispone de piscina con solárium, terraza panorámica, una cantina en la que poder degustar productos gastronómicos de la zona y un restaurante con los mejores platos locales. Está rodeada de un precioso jardín donde relajarse. Asimismo, los amantes de la naturaleza podrán disfrutar del entorno a través de distintas rutas de trekking o incluso recorrer la zona en bicicleta. Cuenta con parking privado y wifi en las zonas comunes.

Todas están decoradas con el tradicional estilo rústico toscano, disponen de tv, aire acondicionado (según disponibilidad), caja fuerte y minibar.