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Curiosidades del Vaticano: 5 cosas que no sabías
El Vaticano es uno de esos lugares llenos de curiosidades y pequeños misterios que despiertan interés incluso antes de poner un pie allí.
Se habla de él en documentales, en las noticias, en libros de historia y hasta en conversaciones improvisadas cuando surge el tema de Roma o del arte. Y, aun así, siempre vuelven las mismas preguntas: ¿el Vaticano es un país o una ciudad?, ¿qué hay realmente en sus archivos secretos?, ¿cuál es el tamaño del Vaticano?, ¿quién vive allí y por qué?
Ya sea porque estás organizando tu viaje y llegarás en barco a Italia para verlo en persona, o simplemente porque te apasiona la historia y el arte, este artículo reúne las curiosidades del Vaticano más interesantes para conocerlo a fondo.
El Vaticano como lugar único en el mundo
La clave está en que el Vaticano no es solo un sitio religioso, ni solo un museo, ni solo un edificio histórico. Es todo eso a la vez. Está cargado de significado y simbolismo, pero también de decisiones políticas, colecciones artísticas y tradiciones que se mantienen desde hace siglos. Aunque sea pequeño, su influencia ha sido enorme a lo largo del tiempo.
Qué lo hace diferente a cualquier otro destino
● Centro espiritual de millones de personas: la basílica de San Pedro no es simplemente “otra iglesia”, sino un referente mundial para quienes profesan la fe católica.
● Un museo viviente: los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina guardan algunas de las obras más importantes de la historia del arte.
● Un país dentro de otro país: oficialmente, es un Estado independiente situado dentro de Roma. No tiene comparación con ningún otro lugar.
Un lugar que siempre invita a saber más
Las curiosidades del Vaticano son muchas: sus archivos, su organización interna, sus jardines privados, su propio sistema postal, la forma en que se gestionan las audiencias, quién puede tener la ciudadanía… Es un sitio que, por pequeño que sea, está lleno de detalles que despiertan preguntas.
Dónde se encuentra el Vaticano exactamente
Para entender bien este lugar, lo primero es saber dónde se encuentra el Vaticano. Aunque parezca sorprendente, está dentro de la propia ciudad de Roma, en la zona oeste.
No está apartado ni en las afueras: se llega caminando desde muchas zonas turísticas. Sin embargo, y aquí viene lo interesante, a pesar de estar dentro, el Vaticano no es uno de los barrios de Roma, es un Estado independiente.
Por eso surge tantas veces la pregunta de si el Vaticano es un país o una ciudad. La respuesta es que es un país en sí mismo, el más pequeño del mundo, con leyes, organización y funcionamiento propios.
Un país dentro de una ciudad
Decir que el Vaticano está dentro de Roma es quedarse corto. Es más bien una especie de “isla política” dentro de la ciudad. Se encuentra rodeado por murallas que marcan los límites del territorio. Cruzarlas es como pasar de un país a otro, aunque sin controles de frontera ni trámites complicados.
Esto es lo que lo convierte en un caso único en el mundo: una ciudad (Roma) que, en su interior, alberga un país completamente distinto con:
● Murallas que delimitan claramente su territorio.
● Seguridad propia (la Guardia Suiza cumple un papel clave).
● Administración independiente, como cualquier otro Estado.
Cómo llegar al Vaticano desde cualquier zona de Roma
Llegar es facilísimo. Si tu barco a Italia ha desembarcado en Civitavecchia, y desde allí has llegado hasta Roma, solo te queda un pequeño paseo para llegar al Vaticano. La mayoría de personas lo hace caminando, porque está cerca de muchos puntos turísticos.
Pero también se puede llegar en metro o autobús sin complicaciones. No hace falta ningún permiso especial para entrar en la plaza de San Pedro o acercarse a la basílica.
Formas más cómodas de llegar
● Metro: Línea A, paradas Ottaviano o Cipro. Desde allí se llega andando en pocos minutos.
● Autobús: Varias líneas conectan el centro histórico directamente con el Vaticano.
● A pie: Si se viene desde Castel Sant’Angelo, Piazza Navona o Trastevere, el paseo es sencillo y muy agradable.
La experiencia al cruzar la frontera sin darte cuenta
Una de las curiosidades del Vaticano que más sorprenden es que no hay una sensación de “frontera”. Estás caminando por Roma y, de repente, aparece la plaza de San Pedro con toda su majestuosidad. Así, sin barreras. Técnicamente, en ese momento ya se ha entrado en otro país, algo que suele chocar, sobre todo la primera vez.
¿El Vaticano es un país o una ciudad?
Más que una curiosidad del Vaticano, el hecho de si es un país o una ciudad es una duda más que razonable.
Desde fuera, puede parecer simplemente un barrio monumental dentro de Roma, pero en realidad se trata de un Estado independiente, con su propio gobierno, legislación y funcionamiento interno.
Y al mismo tiempo, es una ciudad en el sentido de que concentra edificios, instituciones, espacios públicos y una población residente muy concreta. Esta dualidad es una de las curiosidades del Vaticano que más desconciertan a quienes lo visitan por primera vez.
Qué significa que el Vaticano sea un Estado soberano
El Vaticano no depende de Roma ni de Italia. Tiene acuerdos internacionales, su propio sistema jurídico y una organización política completamente independiente. Su territorio es pequeño, y eso hace que muchas personas lo confundan con un barrio más dentro de Roma, pero su estatus legal es el de país reconocido por la ONU.
Así que ya sabes, cuando alguien se pregunte si el Vaticano es un país o una ciudad, ya puedes contestar con total seguridad.
Rasgos que lo convierten en un país real
● Gobierno propio y jefe de Estado (el Papa).
● Policía y cuerpo de seguridad propios (la Gendarmería y la Guardia Suiza).
● Emisión de pasaporte.
● Servicios internos como correo, moneda y medios de comunicación.
Por qué también se percibe como una ciudad
Además de país, el Vaticano funciona como un espacio urbano. Tiene calles, plazas, edificios administrativos, jardines y zonas de acceso restringido. También tiene lugares abiertos al público como la basílica de San Pedro o los Museos Vaticanos, que reciben miles de visitantes al día.
Por eso, al recorrerlo, la sensación no es la de estar en un país tradicional, sino en una ciudad muy particular, llena de historia y simbolismo.
Por qué esta característica lo hace tan singular
Pocos lugares en el mundo reúnen estas particularidades: un país independiente dentro de una ciudad más grande, con una población muy concreta, un territorio diminuto y una influencia histórica que abarca siglos. De ahí que tantas curiosidades del Vaticano tengan que ver precisamente con su forma de organización y su papel en el mundo.
¿Cuál es el tamaño del Vaticano?
Ahora que ya hemos despejado las dudas de dónde se encuentra el Vaticano y si es un país o una ciudad, veamos otra de sus curiosidades más interesantes.
El tamaño del Vaticano es tan pequeño que, a primera vista, cuesta creer que pueda ser un país. Pero lo es, y además uno con un peso histórico y cultural enorme. Entender sus dimensiones ayuda mucho a visualizar cómo es realmente y cómo se organiza todo dentro de él.
Qué extensión tiene el Vaticano exactamente
El Vaticano ocupa unas 44 hectáreas, que dicho así no suele decir mucho. Para hacerse una idea más clara, se puede comparar con algo cercano al día a día.
● Es más pequeño que muchos parques grandes de la ciudad.
● Se puede recorrer caminando sin esfuerzo en menos de una hora.
● Dentro del mapa de Roma, parece un pequeño “bloque” pegado a la parte oeste.
El país más pequeño del mundo
El tamaño del Vaticano no solo es el menor en extensión entre todos los países del mundo, sino también uno de los más pequeños en población. Y sin embargo, su influencia ha sido enorme durante siglos. Esta contradicción es una de las curiosidades del Vaticano que más llama la atención cuando se conoce en persona.
Cómo se organiza el territorio dentro del Vaticano
En tan poco espacio caben algunos de los lugares más importantes del mundo:
● La basílica de San Pedro y la plaza de San Pedro.
● Los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina.
● Los jardines vaticanos, una zona verde muy amplia.
● Edificios administrativos y residenciales que no están abiertos al público.
Por qué su tamaño lo hace todavía más fascinante
La clave está en el contraste: un país mínimo en territorio y población, pero gigantesco en historia, arte y significado. Esa mezcla es parte de su encanto y explica por qué tanta gente siente curiosidad por saber más.
Todas estas curiosidades del Vaticano cobran más sentido cuando se comprende su verdadera escala: no hace falta ser grande para tener un gran impacto.
Cuántos habitantes hay en el Vaticano y cómo se organiza su población
Ya hemos visto que una de las curiosidades del Vaticano es su tamaño. Pero lo interesante no es solo la cifra, sino cómo está formada y por qué funciona de una manera tan distinta al resto del mundo.
Saber quiénes viven el Vaticano y cómo se organizan es otro de los enigmas más interesantes de este pequeño país.
Cuántos habitantes hay en el Vaticano aproximadamente
Seguro que al desembarcar de tu barco a Italia has pensado que te encantaría quedarte a vivir allí. Pues tenemos que decirte que vivir en el Vaticano no es una opción. La población suele estar entre 700 y 900 personas, pero para vivir en este diminuto país debes trabajar en su Administración.
Es una cifra baja y además no es fija, porque depende de quién esté desempeñando funciones en cada momento. Aquí no se vive “porque sí” ni porque la familia haya residido siempre allí.
¿Por qué no existe una población “de toda la vida”?
● No se conceden viviendas para vivir de manera indefinida.
● No se forman barrios ni vida vecinal como en una ciudad normal.
● La ciudadanía se relaciona con el cargo que se desempeña.
● Cuando una persona deja de ejercer su función, deja también su residencia, por norma general.
Quiénes viven en la Ciudad del Vaticano realmente
Para entender quiénes viven en la Ciudad del Vaticano, lo más útil es pensar en los roles que cumplen dentro del Estado:
Sus residentes habituales
No todos viven allí de la misma manera ni durante el mismo tiempo. Todo depende del cargo que tengan. Los residentes más top que viven en el Vaticano son:
● El Papa, como jefe del Estado.
● Cardenales y miembros de la curia, que gestionan la organización de la Iglesia.
● Religiosos y religiosas que llevan a cabo funciones litúrgicas, educativas o administrativas.
● La Guardia Suiza, encargada de la seguridad del Papa y de varios puntos del Vaticano.
● Personal administrativo y técnico, que trabaja en diferentes departamentos internos.
Cómo funciona la ciudadanía en el Vaticano
La ciudadanía vaticana es una de esas curiosidades del Vaticano que más sorprenden. No se obtiene por nacimiento, no se hereda y tampoco se mantiene para siempre. Es funcional, lo que significa que se concede solo mientras la persona desarrolla una tarea oficial dentro del Estado.
● Se otorga por responsabilidad, no por familia.
● Se mantiene mientras la persona tenga un cargo activo.
● Se pierde cuando ese cargo o función termina.
Por qué la población es así y no de otra forma
El Vaticano no está pensado para ser un lugar donde la gente viva como en cualquier ciudad. Es un lugar de trabajo, de culto y de representación. Por eso, su población es pequeña, funcional y muy específica.
Entender quiénes viven en la Ciudad del Vaticano y por qué lo hacen aclara una de las preguntas que más curiosidad despiertan entre viajeros y personas interesadas en la historia o la cultura. Y, sobre todo, ayuda a ver el Vaticano como algo más que un lugar turístico: es un país pequeño, pero con una identidad y una organización únicas.
Quién es quién dentro del Vaticano: los grupos que forman su población
Ya hemos visto que el Vaticano es un país muy especial. Y es que sus habitantes suscitan mucho más interés que los de cualquier otro país del mundo. Otra de las curiosidades más interesantes del Vaticano es quién vive dentro de sus murallas.
El Papa
El Papa es la figura central del Vaticano. Es el jefe del Estado y también la máxima autoridad de la Iglesia católica. Su residencia oficial es la Casa Santa Marta, aunque internacionalmente se le asocia mucho con los apartamentos pontificios junto a la plaza de San Pedro. Su presencia es la razón misma por la que el Vaticano existe como país independiente.
Los cardenales y la curia romana
Aquí es donde se gestiona el día a día de la Iglesia a nivel mundial. La curia romana funciona como el “gobierno” que ayuda al Papa a tomar decisiones y a mantener la organización interna de la Iglesia. Muchos cardenales y altos cargos viven dentro del Vaticano o acuden allí a diario desde Roma.
¿Qué funciones tienen?
● Coordinar asuntos internos y externos de la Iglesia.
● Organizar diócesis, congregaciones y misiones.
● Mantener relaciones diplomáticas con otros países.
Religiosos y religiosas
Monjas, sacerdotes y miembros de órdenes religiosas también viven o trabajan en el Vaticano. Algunos se encargan de la basílica de San Pedro, otros de archivos históricos, otros de actividades litúrgicas o educativas. Su papel combina lo espiritual con lo práctico.
Guardia Suiza Pontificia
Probablemente uno de los grupos más llamativos y una de las curiosidades del Vaticano que más se comenta. Es fácil reconocerlos por su uniforme histórico y su papel en la protección del Papa.
¿Qué hacen realmente?
● Protección del Papa.
● Control de accesos.
● Participación en actos oficiales.
Para formar parte, hay que ser suizo, católico, haber cumplido el servicio militar y cumplir ciertos requisitos físicos. Mientras sirven, viven en la Ciudad del Vaticano.
Personal administrativo, técnico y cultural
Además del componente religioso, el Vaticano es un enorme centro cultural y administrativo. Museos, bibliotecas, restauración de arte, archivos, mantenimiento de jardines, departamentos jurídicos, administrativos y diplomáticos… Todo eso requiere un personal muy especializado.
Algunos viven dentro del Vaticano y otros entran a diario desde Roma, dependiendo de su puesto.
Un país pequeño, una organización enorme
Aunque el tamaño del Vaticano sea mínimo, su funcionamiento interno es extremadamente complejo y está cargado de significado histórico y religioso. Esa combinación de lo pequeño y lo inmenso es lo que lo convierte en un lugar absolutamente único en el mundo.
Quién construyó el Vaticano: cómo pasó de ser una tumba a convertirse en un país
Para entender quién construyó el Vaticano, hay que viajar muy atrás en la historia. Una de las curiosidades del Vaticano es cómo llegó a ser el país que es hoy en día y cómo el arte ha estado siempre presente entre sus muros.
El origen de todo: la tumba de San Pedro
La historia comienza con el apóstol Pedro, considerado el primer Papa. Tras su ejecución en el siglo I, fue enterrado en una colina fuera de Roma. En aquel momento, era una zona apartada y sin importancia. Este punto inicial es clave: sin la tumba de Pedro, no existiría lo que hoy llamamos Vaticano.
¿Por qué este lugar se volvió tan especial?
● Los primeros cristianos empezaron a visitar la tumba como lugar sagrado.
● Se convirtió en un punto de referencia para la fe.
● Con el tiempo, fue creciendo la devoción y el lugar ganó significado.
La primera basílica de San Pedro, construida por Constantino
Cuando el cristianismo fue legalizado, el emperador Constantino ordenó construir una basílica sobre la tumba de Pedro. Fue la primera gran edificación estable en este territorio y desde ese momento, la colina empezó a convertirse en lugar central para los cristianos.
¿Cómo era aquella basílica original?
● Mucho más sencilla que la actual.
● Funcionaba como punto de peregrinación.
● Ya atraía a fieles de todo el mundo.
La gran transformación del Renacimiento
La basílica que hoy se conoce no es la antigua, sino una reconstrucción monumental realizada entre los siglos XV y XVII. Otra de las mejores curiosidades del Vaticano es saber cuántos artistas de renombre estuvieron involucrados en su creación a lo largo de la historia.
Nombres clave en la creación del Vaticano actual
● Bramante, que diseñó la basílica renacentista.
● Miguel Ángel, que creó la famosa cúpula.
● Bernini, que dio forma a la plaza de San Pedro.
● Rafael, que trabajó en la decoración de estancias internas.
De centro religioso a Estado independiente
Aunque llevaba siglos siendo el centro espiritual de la Iglesia, no fue hasta 1929 cuando se reconoció legalmente que el Vaticano es un país y no una ciudad, mediante los Pactos de Letrán.
Los Archivos Secretos del Vaticano
Dentro de todas las curiosidades del Vaticano que suelen llamar más la atención, pocas tienen tanta fama como los llamados Archivos Secretos del Vaticano.
Durante mucho tiempo se han imaginado como una especie de sala oculta repleta de documentos prohibidos, conspiraciones, intrigas y secretos capaces de cambiar la historia. Sin embargo, la realidad es bastante diferente, aunque sigue siendo igual de interesante.
Qué son realmente los Archivos Secretos del Vaticano
El nombre puede llevar a confusión. Lo de “secreto” no se refería a que estuvieran escondidos, sino a que eran “privados”. La palabra viene del latín secretum, que indicaba que se trataba de documentos reservados al Papa y a su administración. Precisamente por eso, en la actualidad se ha cambiado el nombre a Archivo Apostólico Vaticano, para evitar malinterpretaciones.
Para qué sirven estos archivos
Su función principal es conservar y proteger documentación histórica relacionada con la Iglesia y con la diplomacia vaticana. Entre sus objetivos destacan:
● Custodiar documentos históricos esenciales.
● Preservar correspondencia diplomática y administrativa del papado.
● Guardar manuscritos únicos, difíciles o imposibles de encontrar en otros lugares.
● Proteger la memoria institucional de siglos.
Qué documentos se guardan en el Archivo Apostólico Vaticano
La colección es enorme. No solo en extensión, sino también en valor histórico. Es uno de los fondos documentales más importantes del mundo y abarca más de mil años de historia.
Algunos ejemplos relevantes
● Cartas intercambiadas con reyes, emperadores y líderes políticos de todos los continentes.
● Documentos vinculados a procesos históricos famosos, como el juicio contra Galileo Galilei.
● Tratados diplomáticos con distintos países.
● Registros administrativos y eclesiásticos que permiten reconstruir acontecimientos claves de la historia.
¿Se puede acceder a los Archivos Secretos del Vaticano?
Si eres fan de la cultura, el arte y la literatura seguro que has fantaseado con viajar a Italia y poder acceder a las bibliotecas, salas secretas y archivos del Vaticano. La mala noticia es que no se pueden visitar como turista, ni forman parte del recorrido de los Museos Vaticanos.
El acceso está restringido a investigadores acreditados que necesiten consultar documentos concretos con un propósito académico.
¿Qué se requiere para acceder?
● Formación y estudios relacionados con la investigación histórica.
● Presentar una solicitud oficial justificada.
● Indicar qué documentos se desean consultar.
● Ajustarse a normas estrictas de uso y consulta.
Por qué generan tanta imaginación y misterio
El aura de misterio que entrañan estos archivos es sin duda una de las curiosidades del Vaticano más fascinantes y se debe a varios factores combinados:
● Están ubicados dentro de un territorio tan pequeño que, solo por el tamaño del Vaticano, ya llama la atención.
● Contienen documentos que pueden ayudar a entender momentos clave de la historia.
● El acceso no es libre, y lo que no se puede visitar tiende a alimentar teorías e imaginación.
● Al ser el Vaticano un país o una ciudad tan singular, todo lo que ocurre dentro de sus muros se percibe como enigmático.
Qué aportan realmente al mundo
Más allá de las leyendas, los Archivos Secretos del Vaticano son una herramienta fundamental para la investigación histórica. Gracias a ellos, se pueden contrastar datos, reconstruir acontecimientos y comprender la evolución de la historia occidental, tanto política como religiosa.
Pocos lugares en el mundo pueden decir que conservan documentación de forma tan continua y tan bien organizada durante más de doce siglos. Por eso, más que un misterio sin resolver, estos archivos son una de las mayores fuentes de conocimiento histórico que existen.
Conclusión
Ya hemos aclarado algunas de las curiosidades del Vaticano más interesantes. Pero lo realmente interesante es poder verlo en persona. El Vaticano es un país pequeño y la Basílica de San Pedro es una de las joyas históricas más importantes del mundo que no te puedes perder si viajas a Roma o estás de ruta en coche por Italia.
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Además, viajar en ferry tiene una ventaja importante: puedes embarcar tu vehículo, ya sea coche, moto o incluso tu furgoneta, lo que te da libertad total cuando llegues a Italia. Y, si la idea es recorrer Roma, la costa o hacer una ruta más amplia, esto facilita mucho las cosas.
En resumen, el ferry no es solo “cómo llegar”, sino una manera de empezar las vacaciones desde el primer minuto, sin colas de aeropuerto ni estrés, disfrutando del Mediterráneo como si fuera parte natural del viaje. Disfruta de todo lo que el Vaticano tiene para ofrecerte de la mano de Grimaldi.







